martes, 16 de septiembre de 2008

¡MADI, MADI!

Esta mañana han acudido a trabajar el doble de obreros que ayer, es decir cuatro. Esperemos que no se nos trunque la progresión geométrica, para que de aquí al fin de semana volvamos a reunir a toda la plantilla.

A mi pregunta de "a quién le toca hoy el santo", Satheesh ha contestado que hoy es el último día de Onam.

"¿ONAM? Pero, ¿no habíamos quedado en que Onam se terminaba el domingo?"

"Sí, pero es que hoy toca la procesión final"

Ya veo. O sea, que la mía es la única procesión que va por dentro... ¿Y qué le vamos a hacer? Las cosas que no tienen remedio han de tomarse con filosofía o, mejor aún, con buenos alimentos. Concretamente un par de suculentas salchichas y una rica ensaladilla de patatas con huevo duro... Así de poderoso estuvo hoy mi desayuno, en casa de Geetah (quien me invitó junto con mi compañera Nora, recién llegada de Qatar el domingo de madrugada).

Aproveché la ocasión para añadir unas pocas frases útiles a mi escaso repertorio de Malayalam, que hasta ahora consistía en saludar ("namaskaram") y dar las gracias ("nani"). Se acabaron los tiempos corteses, ahora ya sé decir:

"Nale vendam" (no quiero mañana)

"Ine venam" (quiero hoy)

Y la palábra mágica... "MADI, MADI!" (¡basta, basta!)

Je je je, a ver quién es el guapo que se me ríe mañana...
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lunes, 15 de septiembre de 2008

Happy Onam y San Ganesh...

La semana pasada me avisaron de que se avecinaba la festividad más importante de la región, conocida como "Onam", que viene a ser el equivalente de nuestras Navidades (ojo, que la fiesta es "equivalente" pero no "sustitutiva", ya que la Navidad también es excus... digo "motivo" de celebración aquí) y que, por lo tanto, no vendría a trabajar ni el segureta. En fin, que hemos estado de "Happy Onam" desde el jueves hasta ayer domingo.

Esta mañana me fui a dar una vuelta por la obra y, oh sorpresa, me encontré con que sólo dos obreros habían venido a trabajar. ¿Y el resto? ¿Será que están todos de resaca?

"No, no" - me aclara un sonriente Satheesh - "es que hoy celebramos el Santo de Lord Ganesh, ya sabes, el elefante".

Algunos tienen una "trompa" que se la pisan...
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sábado, 13 de septiembre de 2008

I love Fuzon!

Esta vida está llena de sorpresas y aún más si tienes un amigo medio loco llamado Siddharth. Sid trabaja para un canal televisivo local y siempre tiene un par de entradas de concierto en la manga.

Esta noche fuimos a escuchar un grupo de rock paquistaní llamado Fuzon y acabamos comiendo chocolate con los roqueros en la suite de su hotel. Unos chicos muy majos, a la par que marchosos.

Aquí os cuelgo un par de fotos del concierto...


FUZON IN CONCERT


Rameez Mukhtar



Shallum



Imran (Emu)



Khalid

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jueves, 11 de septiembre de 2008

Opening new windows

This post is just a little side note to Microsoft friends and ex-colleagues.

A couple of days ago I became the local "personality" feature of the New Indian Express, Trivandrum suplement. Although the article was titled "opening new windows", it somehow felt like "closing old windows" to me. Taken out of context, my words seem to carry a meaning that was never intended.

For instance, I never said that Microsoft was "a great wall". What I did say is that in my former job I was facing a wall, while here I am surrounded by natural beauty. Now my window overlooks a paradisiac lake and a jungle of coconut trees - pretty much what I used to have as a screen saver before!

I also never said my former job was monotonous. However I decided to quit Microsoft to fulfill my nomadic dreams, I still treasure the fun memories of my team and work in Dublin.
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martes, 9 de septiembre de 2008

New Indian Express

¡Ha salido ya!

Esta mañana me ha llamado el Jefe de Distrito para felicitarme por el artículo, que había leído mientras se terminaba el desayuno. Y a media tarde apareció mi amigo Siddharth con una copia del New Indian Express en la mano: "¡mira a quién tenemos en la portada del suplemento!"

Pues sí, soy yo. O si no soy yo, es alguien que se me parece mucho y que se llama casi igual que yo (lo siento papá, pero nos va a tocar cambiar de apellido, porque ya no somos Torres sino Corres...).

El artículo en inglés, gracias al Juni que, más rápido que el rayo, enseguida consiguió encontrar el enlace en internet, se puede mirar aquí (if you are from Microsoft, please click here instead).

Para quien no se atreva con el inglés, aquí va la traducción casera y cutre:

Abriendo nuevas ventanas


La española Isabel Corres, antigua especialista en formación para Microsoft, dirigirá el IISE de Vellayani, una institución única que ofrece una formación práctica para visionarios invidentes y parcialmente videntes.

Fue por una serie de coincidencias que la española Isabel Corres acabó en la pequeña Vellayani, donde junto con la alemana Norah Hartenstain, dirigirá el "International Institute for Social Entrepreneurs" (IISE) de BWB, la única institución en el mundo entero que ofrece una formación práctica para visionarios invidentes y parcialmente videntes, empoderándolos para convertirse en futuros líderes del cambio social.

"Me siento privilegiada por estar aquí y súper excitada con el proyecto. Me encanta la filosofía que alberga este centro. Me lo represento como un árbol, esparciendo sus semillas a treinta países diferentes cada año, en los que contribuirá a la mejora de vida de otras personas", dice Isabel, quien trabajaba como especialista de formación para Microsoft en Dublín.

Fue la monotonía del trabajo en un cubículo lo que empujó a Isabel a tomarse un año sabático y viajar por el sudeste asiático y Nueva Zelanda. Durante el último mes de su tour, mientras hacía senderismo en Nepal, se encontró con un alemán llamado Theo, amigo de Sabriye Tenberken. Sabriye, invidente pero con una gran visión, junto con su amigo Paul Kronenberg, fundó "Braille Without Borders", la organización madre de este centro.

Theo informó a Isabel sobre Sabriye y su labor, y le preguntó si estaría interesada en trabajar para ella. A pesar de encontrar el trabajo de Sabriye impresionante, ella se negó. Sin embargo, dos días más tarde, durante una larga caminata a solas, empezó a replanteárselo.

Por otra extraña casualidad, Isabel se encontró de nuevo con Theo en un hostal. Ahora ya no tenía dudas. "Le dije, Theo, quiero ir allí y quiero trabajar allí", recuerda. Entonces se sucedieron un intercambio de emails con Sabriye, una visita rápida a Vellayani y, por fin, el puesto de trabajo.

Las clases empezarán en enero del 2009 e Isabel está impaciente por comenzar.

"Microsoft era como un gran muro. Vellayani es un paraíso tropical y aquí en el centro, uno puede disfrutar de la belleza del lago, de las aves, del aire puro. Tengo la oportunidad de ser tan creativa como quiera y estoy segura de que voy a aprender muchísimo estando aquí", cuenta Isabel.

El único factor de resistencia hasta ahora ha sido el estómago de Isabel. "Me encanta el pescado local, la salsa de coco y otras muchas especialidades. Mis ojos, mi nariz y mi boca me dicen quiero esto, quiero aquello, pero mi estómago me dice - hey, ¡no me puedes estar haciendo esto!", se ríe Isabel.

Los padres de Isabel en España estaban un poquito preocupados cuando les comunicó su decisión de marcharse a la India. "Claro, soy hija única. Mi madre me dijo que hiciese lo que considerase mejor para mí. Pero lo que más me sorprendió fue la reacción de mi padre, quien sencillamente dijo - pues vendremos a verte a la India", dijo Isabel, quien irá a visitarlos rápidamente en Noviembre, antes de que empiece el curso.

"Admitiremos personas muy positivas y seguras de sí, que tengan la iniciativa, motivación y potencial necesario para desarrollar sus propios proyectos sociales y medioambientales", dijo Isabel.

El IISE ha recibido ya solicitudes de China, Alemania, Etiopía, Tibet, Ghana, Madagascar, Filipinas, Noruega, Sierra Leone, Sur África, Togo, Colombia, Nepal, Liberia y Japón.

A lo largo de un año, los participantes serán formados de modo práctico en dirección, recaudación de fondos, relaciones públicas, gestión de proyectos, informática, inglés, comunicación y desarrollo personal. "Me siento feliz de estar aquí por una buena causa", dijo Isabel.


Nota para mamá: no te preocupes que el ejemplar es tuyo, para que lo pinches en la nevera si es que aún queda hueco entre los mágnets...
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sábado, 6 de septiembre de 2008

¿Nos conocemos?

Cada día aparece un nuevo intruso en mi habitación...
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Mañana, mañana, mañana...

Hace unos días mi papá me preguntó si podía conseguirle un trabajo en la India, porque a él le parece que su personalidad encajaría muy bien con la filosofía local "mañanista".

Quisiera comentar rápidamente que las cosas han mejorado mucho desde que escribiera aquel otro post en el día del cumpleaños de Lord Krishna. Satheesh ahora lleva solo la contabilidad en excel, a diario, y manda puntualmente sus informes semanales. Incluso me llama por teléfono para avisarme de que acaba de enviar los informes y que yo le felicite.

Para mi asombro, no sólo la palabra "today" ha entrado a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano. También hemos logrado introducir el místico concepto de "now". Y el otro día casi me caigo de la silla al oir la palabra "immediately".

Claro que la palabrita venía asociada a un contexto en el que la acción inmediata se requería por mi parte, pero ello no obsta para infundirme grandes esperanzas.

Todo, absolutamente todo, es posible en la India.
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Sigue lloviendo...

Habíamos quedado ayer en que mi meta para hoy iba a consistir en ir de compras, por fin algo para lo que me siento medianamente cualificada. Se trataba de salir con Satheesh en una misión exploratoria, con objeto de identificar telas para la confección de sábanas y cortinas para los dormitorios de la escuela.

Por la mañana llamé a la oficina para confirmar que no habría ninguna clase de contratiempo y que para las dos Satheesh estaría ya comido y listo para la expedición. "No problema, no problema". Bien. Por si acaso, a eso de la una volví a llamar para asegurarme de que Satheesh estuviese comiéndose ya su dahl y su chapati. "Sí, sí, no problema". Bien, muy bien.

A las dos menos cuarto me planto en la oficina, donde me espera un Satheesh sonriente y dispuesto para la acción. También están ahí el señor Hari, quien se encarga de la contabilidad y de pagar a los obreros, y el señor KK Nair, quien ejerce de capataz. El señor Hari y el señor KK Nair me informan de que hoy sábado es muy mal día para ir de compras y de que necesitan a Satheesh en la oficina para no se sabe muy bien qué exactamente.

"No, no, no, no, no. Caballeros, ustedes me dijeron no problema, no problema. Y ayer viernes, dijeron ustedes que se hiciesen las compras mañana, que ahora resulta ser hoy, sábado, y si ayer no era problema, ¿por qué va a serlo ahora?"

El señor Hari, que tiene una cara de abuelito bueno al que es muy difícil no consentirle todo, me contesta sonriente: "bueno, bueno, ¿pero cuánto tiempo?".

"Toda la tarde".

"Uy no, no, no... una hora y vuelve, ¿sí?"

¿Una hora? ¿UNA HORA? Pero si una hora es lo que tardamos en ir y volver...

"Caballeros, creo que ustedes no me han entendido bien. Satheesh y yo nos vamos de compras".

Creo que debieron de leer en mi mirada una determinación hasta entonces insospechada. Ésta no iba a ser una de esas ocasiones que se dejan para mañana, así que con un suspiro de resignación nos dejaron marchar. Satheesh estaba encantado, a todo gas por la carretera.

Después de recorrernos varias tiendas y tocar muchas telas, por fin encontré lo que andaba buscando. Una tela vainilla y otra verde agua, suaves como nubes del paraíso. Las subsiguientes negociaciones sobre el precio del metro de algodón fueron más que largas, interminables. Pedí que me recortasen una muestra de la tela elegida, por aquello de que no me diesen luego gato por liebre. No es que yo sea por naturaleza desconfiada, pero es que en el rato que llevaba en la tienda ya intentaron colarme unas sábanas de color casi idéntico y textura de papel de lija, asegurándome de que estaban hechas con la misma tela. Sí, claro, claro.

Mientras esperaba que se materializase un presupuesto, me fui a dar un paseo por la tienda. Oí sonar el móvil de Satheesh y, aunque no entiendo ni papa de Malayalam, no me costó mucho adivinar la conversación que estaba teniendo con el señor Hari. "Sí, sí, seguimos en Trivandrum... Sí, sí, hemos encontrado las telas... No, no, ahora se ha puesto a mirar los saris".

Veinte saris más tarde, salimos de la tienda. Había empezado a llover, así que nos fuimos a tomar un cafecito. Como parecía que iba menguando, nos decidimos a coger la vespa. "Total, no nos vamos a morir por cuatro gotas de agua".

A la que salíamos de Trivandrum, empezó a caer la del diluvio universal. Un chaparrón impresionante. Justo cuando pensaba que ya no podía llover más, redoblaba la intensidad. Y así hasta cuatro veces seguidas. Era como atravesar un muro de agua, literalmente. Apenas podía mantener los ojos abiertos, así que me parece un milagro que Satheesh consiguiese conducir hasta casa con todo el agua que se le venía a la cara. El pobrecito se giraba de vez en cuando para ver cómo iba yo atrás de la moto, caladita hasta las bragas, pidiéndole a Dios que recordase su pacto para con la descendencia de Noé, por los siglos de los siglos, amén.

La próxima vez igual les hago caso y dejo las compras para mejor día.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Llovió

Pues sí, en el sur de la India también nos ha caído el chaparrón...


Foto tomada hace una semanita
Foto tomada hoy (sí, es la misma carretera)...
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La casita de mis sueños

Hace unos días, Juni casi nos hacía llorar con sus desventuras inmobiliarias...

No es por dar envidia, pero mira lo que se consigue aquí. Una casita en primera línea de lago, antiguo "cottage" del Príncipe de Travancore, con estupenda terraza para fiestas y siestas, a la sombra de un árbol al que sólo le falta colgarle la hamaca.

¿Y todo ello por cuánto?

Por la casita, nada. Por la terraza, nada. Por la vista, diez mil rupias (155 euros al mes) - ahora sí: rompan ustedes a llorar...

Casita
Terraza
Vista

Nota: Ay Juni, si cuando yo te decía que te vinieses a la India...
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miércoles, 3 de septiembre de 2008

Soy noticia...

Por lo visto, mi amiga Geetah está empeñada en hacer de mí una celebridad local.

Esta mañana me ha llamado una periodista, Reema, del New Indian Express, diciéndome que Geetah le había contado mi vida y milagros y que quería hacer un reportaje sobre mí para su periódico...

Un par de horas después, llamaba a mi puerta con fotógrafo y bloc de notas en mano. Por lo visto, no todos los indios lo dejan todo para "mañana".

Bueno, pues ahora toca esperar a ver qué cuentan de mí en la prensa keralita. Me preguntaron que qué pensaban mis papis de mi vida loca, a lo que contesté que los pobrecitos ya estaban acostumbrados a mis díscolos impulsos. Añadí que igual sentirían algo de consuelo y hasta un poquito de "orgullo" después de leer cierto artículo del New Indian Express (a ver si cuela y me mandan una copia, jejeje).
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