viernes, 30 de octubre de 2009

Gay chipmonks

Kerala cuenta con más de 32 millones de habitantes, aunque creo que el número de ardillas supera al de paisanos. La ardilla local es chiquitina y luce lomo a rayas, como si Shiva le hubiese pasado una mano de pintura blanca con el tridente. En inglés, este animal lleva el nombre de "chipmonk", pero no he encontrado la traducción al castellano.

El "chipmonk" es muy vivo, nervioso y escurridizo. Es tan bonito que una como yo seguro desearía acercarse al roedor, amigárselo dándole de comer fruta en la palma de la mano, ganarse su confianza hasta acariciarle la tripita y porqué no comérselo a besos. Obviamente, el bicho ni loco consiente tales achuchones: ya te puedes dar por contento o contenta si se deja tomar una foto.


Sin embargo, no es imposible desarrollar una íntima amistad con el "chipmonk". Yo tuve esa suerte, al convertirme en madre sustituta de dos pequeños. Mi primogénito se llama Chap y es el único sobreviviente de un trío de machitos caídos de su nido. Mi benjamín es Scratch, que adopté varios meses más tarde. Se lo encontró el capataz de obra, que se lo entreal cocinero, que se lo pasó a Nora, que me lo encasquetó a mí.

Al principio me preocupaba que pudiesen surgir conflictos de territorialidad entre los dos machitos, por lo que enjaulé al pequeño Scratch mientras Chap corría a sus anchas en mi amplia habitación. Pronto descubrí que mis temores estaban totalmente infundados. Los "chipmonks" son muy gregarios y no soportan la soledad.

Nada más liberar a Scratch de su jaula, Chap se acercó al pequeño para rociarlo de cuidados. Pensé que iba a desgastarlo de tanto lamerlo. Se hicieron amigos inseparables. Dónde estaba uno, no lejos se encontraba el otro. De día, trepaban juntos a los cocoteros, se perseguían y jugaban incansablemente. De noche, dormían juntos acurrucados en una cajita de cartón.

Tan amorosos se los veía siempre que pronto se hicieron famosos en el instituto como la pareja de "gay chipmonks". Para que luego digan que la homosexualidad no tiene cabida en el reino animal... ¡Ay, si yo os contara la de cosas que se dieron en una cajita de cartón!

Chip, Chap, Chop


Para comérselos...



Escenas del sofacito rojo


Nora con Chip y Chap


Chip



Chap


Amjad y Chap


Phil y Scratch


¿Cómo distinguir a Chap de Scratch? Pista: para beber, a Scratch le toca encaramarse a la tacita con sus cuatro patitas.

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Nota para quien la lengua de Shakespeare no intimide: podéis leer más sobre mis "chipmonks" en el post siguiente. Lo escribí por encargo para la sección humorística del "Spectacle", la revista del IISE, pero su publicación quedó vetada por profano, trivial e intrascendente.
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